Esta pequeña vivienda situada en Chiclana de la Frontera, tenía como concepto la ocupación de fines de semana y vacaciones de la familia. Se buscaba la comodidad plena y la potenciación de los espacios exteriores.

En este caso todo se centra en el porche exterior a dos aguas como centro de estancia y de vida de la casa. El estudio del soleamiento se hizo en este proyecto más importante que nunca para poder ocupar esa estancia a cualquier hora del día.

Se potencia el espacio diáfano en el interior de la casa con salón-comedor-cocina en un techo que da continuación al citado porche.